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Los listones de san Chárbel, una tradición que inició en México


Origen uso de los listones:

El santuario pagano que más tarde Cristiano, fue considerado desde los orígenes como un refugio, un paldión contra los enemigos del cuerpo y del alma. En orden de segurar la protección del Dios/Santo, los fieles debían proveer al patrón todos los medios para mantenerlo satisfecho; luces, exvotos, ofrendas, etc..., al mismo tiempo, los votos y ofrendas debían manifestar el poder y la popularidad del Dios/Santo.


Teodoreto de Siro en el Siglo V, describe la afluencia de los peregrinos a los santuarios cristianos en busca de favores para varias necesidades. Dejaban tras ellos "reproducciones de ojos, manos, pies, de plata y de oro". San Gregorio de Tours menciona tales practicas en Francia de los Meronvingios.


En el cercano oriente Cristianos y Musulmanes, siguen practicando este tipo de devociones, particularmente en los ciertos santuarios famosos, como Nuestra Señora de Líbano en Harissa, Saydnaya cerca de Damasco, San Jorge en Jounieh y San Charbel en Annaya. El P. J Gourdard, sacerdote jesuita en su obra "La Santisima Virgen del Líbano" publicada en 1898, habla en detalle de estas prácticas. Por lo que se refiere en concreto a los listones, dice que se aplicaban en tiempo de calamidades mayores; guerras, epidemias, sequías, invasión de langostas, etc..


La manera de aplicarlos era la siguiente; las cabezas de familia proveían bufandas de seda o de algodón, las ataban justas para formar un largo listón con el cual circundaban el edificio del santuario o bien, los pilares del mismo. "Amarraban", podríamos decir en un sentido al mal para no dejarlo causar su daño. El gesto tenía un doble propósito; impedir la salida del Dios/Santo del lugar y/o bien proteger al lugar del mal.


Cuando pasaba la plaga, el largo cinturón se volvía a dividir en piezas para ser vendidas en beneficio del santuario, o bien de los pobres.


Los listones de San Chárbel.

Breve historia

Esta devoción es típicamente Mexicana. Iniciada en la Catedral Maronita de México, ubicada en el centro histórico de la Ciudad de México y que se encuentra rodeada de mercerías, en el Líbano no se tiene la costumbre, pero se ha extendido a otras regiones y países.

La primera imagen de San Chárbel, fue colocada probablemente en el Centro Histórico de México, en la Parroquia de Nuestra Señora de la Balvanera, situada en la esquina de las calles Correo Mayor y Uruguay, en la Ciudad de México, alrededor de está Iglesia existían numerosos comerciantes de telas, muchos de ellos de origen libanés y devotos del santo.


Hipótesis del origen de los listones de San Chárbel

Hay cuatro hipótesis bastante creíbles del origen de los listones; ninguna de ellas tiene una razón histórica comprobable, pero tienen su lógica. La primera de ellas la expuso el Padre José Boustany que llegó a México en 1960 y llegó a ser el párroco de la Balvanera. La segunda la expuso Mons. Wadih Boutros Tayah, primer obispo maronita de México, sin embargo, cuando él llegó a México en 1996 ya existía la costumbre de forma muy arraigada. La tercera, es la que expone el Padre Alberto Meouchi (primer sacerdote maronita de México), conclusión que él mismo imaginó después de observar un listón con unas medallas colgadas en los brazos de san Chárbel en 1998. La cuarta hipótesis la expone el Sr. Roberto O’Farrill, periodista y presentador de un programa en México llamado "El Pulso de la Fe", que contó en un programa dedicado a san Chárbel, pero se ignora la fuente de donde obtuvo esta información, pues no lo comenta en su reportaje.


1).-Hipótesis de las Primicias: El Padre Boustany pensaba que esta costumbre nació como una ofrenda al santo. El recordaba que los comerciantes libaneses de telas ofrecían al santo un trozo de tela, como primicia de su comercio y en señal de su devoción, también para pedirle su ayuda en la venta de sus telas.

2).-Hipótesis del "Acordonamiento": Mons. Tayah, quien se especializó en Historia de la Iglesia, consideraba que podría provenir de la costumbre de “acordonar” lugares que acogían a enfermos contagiosos. Los sacerdotes, religiosos y religiosas cercaban las iglesias, monasterios o albergues donde atendían caritativamente a dichos enfermos en tiempos de peste, lo hacían para prevenir contagios masivos. Con esto querían indicar que eran lugares de riesgo para la salud. A los enfermos les amarraran un listón en la muñeca o en la cintura, como indicio de su estado de salud y de que ya estaban siendo atendidos; de esta manera aprovechaban para colocar ahí alguna reliquia, medalla o imagen religiosa, para pedirle a Dios por su salud. Cuando obtenían su curación se quitaban el cordón y lo colgaban en el barandal o puerta de la Iglesia o en el monasterio en señal del favor recibido. De aquí parte el hecho de que algunos enfermos (esto sí en el Líbano) se ciñan un cordón bendito de San Chárbel en la cintura o en la muñeca, como una remembranza de esta vieja costumbre, mientras invocan el favor y la bendición de Dios por intercesión de San Chárbel.

3).-Hipótesis de los “Ex-votos”: El Padre Meouchi piensa que podría haber surgido en razón de que como las primeras esculturas de San Chárbel eran y siguen siendo en su mayoría de yeso (escayola) o de fibra de vidrio, es decir, no portan vestidos de tela, los fieles no podían colgar en ellos con alfileres (imperdibles o seguros) sus medallas de “ex-votos”, entonces lo hacían colgando un listón en los brazos extendidos del santo y ahí colocaban con alfileres sus medallitas. Tiempo después desaparecerían los “ex-votos” y sólo quedaría el listón; y más tarde se comenzaría la costumbre de escribir en ellos una oración o un mensaje para el santo.

4).-Hipótesis de la mujer angustiada: El Sr. Roberto O’Farrill cuenta que un día, una feligrés angustiada por su enfermedad entró a la catedral maronita (Nuestra Señora de la Balvanera) para orar y pedir misericordia a Dios. Al ver a la imagen de San Chárbel, le pidió ayuda, pero no conforme a eso, quiso dejarle su petición por escrito. Al buscar en sus pertenencias, la señora encontró un rollo de listón que acababa de comprar en una de las mercerías cercanas a la Iglesia y cortó un trozo de listón en donde escribió su petición al santo. Al cabo de unos días, al regresar a la catedral para agradecerle a Dios porque la sanó por intercesión de San Chárbel y como señal de gratitud, le dejó un nuevo listón donde escribió su agradecimiento. En cuanto otros devotos supieron lo sucedido, los listones empezaron a aumentar y la costumbre pronto traspasó fronteras.

Sea cual fuese el verdadero origen, lo cierto es que ya es una costumbre muy arraigada en México y se ha expandido a otros países.


Significado de los colores de los listones de San Chárbel.

Todos los colores son para pedir, excepto el blanco es para pedir y dar gracias. Esto para evitar subjetivismos. En la página web de la Diócesis Maronita de México, se sugiere que en el listón se deba escribir lo que desea de la siguiente forma: "San Chárbel, yo deseo (se escribe la petición) en armonía para todo el mundo y de acuerdo con la voluntad divina. Bajo la gracia de manera perfecta. Gracias Dios mio, Gracias San Chárbel, que ya esta todo hecho" (En algunas iglesias circula una lista con el supuesto significado de los colores, aunque no corresponden a la práctica del sacramental)


El significado de los colores de San Chárbel también es ambiguo, quizá sea fruto del folklore mexicano.

Hay tantas versiones de los significados de los colores de los listones de San Chárbel, quizá como colores existan; sin embargo, todas las versiones tratan de dar una razón al color en función de la petición que se pida.

A continuación exponemos algunos significados de los colores. Pero es necesario tener en cuenta que esto es mera opinión de quien lo dice, pues no hay ninguna versión oficial por parte de la Iglesia.


Color de listón Para pedir

AZUL . . . . . . . . . . . . . . . . . Por los enfermos.

AMARILLO . . . . . . . . . . . . Por el trabajo o estudio. Instituciones educativas,

empresas, negocios, fuentes de trabajo, etc.

NARANJA . . . . . . . . . . . . . . Por los niños, en el embarazadas o por matrimonios

estériles.

BLANCO . . . . . . . . . . . . . . . Dar gracias por algún favor recibido.

Por los que sufren algún vicio o están encarcelados.

ROJO O ROSA . . . . . . . . . . Por el noviazgo y por los matrimonios.

MORADO . . . . . . . . . . . . . . Pedir el perdón por los pecados.

por la conversión de los pecadores.

DORADO . . . . . . . . . . . . . . Por el Papa, los Obispos, Sacerdotes, Diáconos,

Consagrados, etc.

Por instituciones religiosas, movimientos eclesiales,

asociaciones, etc.

NEGRO . . . . . . . . . . . . . . . . Por los que sufren por la pérdida de un ser querido.

por los fieles difuntos.

VERDE . . . . . . . . . . . . . . . . Por los deprimidos, perturbados, angustiados, etc.

por quienes han perdido la fe.

CAFÉ O MARRÓN . . . . . . Por los enfermos con alguna enfermedad psiquiátrica

o mental, etc.

GRIS . . . . . . . . . . . . . . . . . . Por lo que han sufrido alguna agresión física o moral,

víctimas de secuestro, la violencia, "bullying", etc.


¿Qué se escribe en el listón de San Chárbel

a).-La intención por la que piden.

b).-Alguna oración a San Chárbel.

c).-El favor recibido.

d).-Una acción de gracias.

Se recomienda no escribir asunto de vida interior, es decir, tener cuidado de no exponer la conciencia, pues hay muchas personas curiosas que se acercan a los listones sólo para enterarse qué es lo que piden otros y no para rezar; y esa información tan personal puede ser utilizada fuera de contexto.

En las iglesias o lugares donde se han colocado listones, se suele recomendar a sus párrocos, capellanes o los responsables del lugar, quemar los listones después de un tiempo prudente, para que no sean mal utilizados, haciendo una oración por quienes los han colocado.


Evitar la superstición con estas costumbres piadosas.

Aunque la Iglesia Católica no reconoce alguna cualidad especial en el color de cada listón y la intención escrita sobre éste, en el fondo no importa, pero a muchos devotos les agrada o al menos les ayuda en su piedad personal. Lo que sí se recomienda, que todo acto de esta naturaleza esté libre de magia o superstición. Además, el hecho de colocarle un listón a San Chárbel no debe pensarse como una especie de ‘trueque’, que al poner un listón el fiel cree cumplirle al santo y éste en correspondencia debe interceder en su favor. Se trata más bien de un acto devocional que debe estar alimentado de la oración; el listón es el símbolo no sólo de la petición, sino de la oración constante hecha vida en cada uno de nosotros.


Repetimos se debe tener cuidado de no convertir esto en una especie de superstición o amuleto, pues sería una ofensa a Dios nuestro Señor.


Textos de la página de la Diócesis Maronita de México y del blog iCharbel en México.

Créditos: Youssef Antoine

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